La fístula recto-vaginal es una conexión anómala entre el recto y la vagina, que permite el paso involuntario de contenido intestinal desde el recto hacia la vagina. Este trastorno puede ser consecuencia de complicaciones en partos difíciles, cirugías previas, enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn) o infecciones graves en la región pélvica.

Entre los síntomas más frecuentes de una fístula recto-vaginal se encuentran:

• Presencia de gases o heces en la vagina.
• Irritación, molestias o infecciones recurrentes en la zona vaginal.
• Dolor o incomodidad en la región perineal.

La fístula recto-vaginal puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar emocional de las pacientes. Por ello, es esencial buscar atención médica especializada para diagnosticar adecuadamente el problema y ofrecer un tratamiento efectivo.

En mi consulta, realizo una evaluación detallada para determinar el enfoque terapéutico más adecuado según las características de la fístula, su tamaño, localización y la causa subyacente. El tratamiento suele requerir intervención quirúrgica, y algunas de las opciones incluyen:

• Reparación primaria: Cierre quirúrgico directo de la fístula en casos simples.
• Uso de colgajos de tejido: Técnicas avanzadas que emplean tejidos cercanos para reforzar la zona afectada y favorecer la cicatrización.
• Terapias combinadas: En casos complejos, pueden incluir tratamiento de enfermedades asociadas, como Crohn, antes de realizar la intervención quirúrgica.

Mi objetivo es proporcionar un tratamiento que no solo resuelva la fístula de manera eficaz, sino que también preserve la funcionalidad y mejore la calidad de vida de cada paciente. Si presentas síntomas compatibles o has sido diagnosticada con una fístula recto-vaginal, no dudes en contactarme para recibir una atención profesional y personalizada.